domingo, 2 de mayo de 2010

Pluma

- ¿Dónde estás? ¿Hechicera?
Oigo como Javier me busca por toda la casa. Pasa a mi lado sin darse cuenta de que estoy ahí. Me río para mis adentros. Es difícil reconocerme bajo esta forma. Espero a que se vaya a la cocina y me transformo rápidamente.
- Estoy aquí – grito con una sonrisa.
Él aparece por la puerta y su expresión de preocupación desaparece al verme. Pero vuelve a fruncir el ceño cuando su mirada llega a mis zapatos.
- ¿Qué son todas esas plumas de cuervo?
Me agacho, cojo una y me tapo la cara con ella.
- Soy yo.

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