martes, 29 de septiembre de 2009

Visitante (II)

Entro en casa de nuevo y me siento en el sofá. Cierro los ojos y me sumo en un sueño profundo.

Abro los ojos. El sol se cuela por las ventanas, pero no sé cuanto he dormido. Un violento escalofrío me recorre la espalda y me incorporo de un salto. Delante de mí se materializa un hombre que me resulta muy familiar.
- ¿Javier?
Este aparece justo detrás del extraño. Son exactamente iguales. El joven realiza un movimiento con la mano, que reconozco al instante, una desinvocacion. En un abrir y cerrar de ojos, Javier ha desaparecido de la habitación.
- ¿Quién eres tú?
El sonríe amablemente.
- El hechicero.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Reflejo

Descorro violentamente la cortina y dejo al descubierto el espejo. Lo miro con rabia.
- Te odio.
- Te odio.
Nos miramos durante unos instantes. De repente, dos perlas brillantes se deslizan por la superficie del espejo. Lentamente, me acuclillo y abrazo mis rodillas.
- Das pena.
- Das pena.
Sonrío un segundo y mi rostro vuelve a enfurecerse.
- Te odio.
- Te odio, eres tan débil.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Muertos

- ¿Y qué hacen cuando se van?
Dejo la pluma sobre la mesa y levanto la vista.
- Depende, unos se van, cruzan el paso, y otros se quedan aquí.
Ellos fruncen el ceño.
- ¿Él se quedará?
Asiento suavemente con la cabeza.
- ¿Durante cuanto tiempo?
Suelto un suspiro por lo bajo.
- Más del necesario.
- ¿Por qué más?
- Siempre se quedan demasiado.