miércoles, 26 de mayo de 2010

El Espíritu del Bosque

Sigo sentada, mirando la puerta, sin moverme. Y de repente, unos golpecitos me sacan de mi trance. Miro a mi alrededor, todo tiene una claridad extraña, sobrenatural. Me arrastro de rodillas y abro la puerta lentamente. Ella es la que ha llamado a la puerta. El Espíritu del Bosque sonríe y se echa al suelo, a mi lado.
No dice nada, solo aguarda. Me arrimo más a ella y la abrazo con fuerza. Siento cómo una las lágrimas se acumulan en mis ojos cuando comprendo lo que ha pasado.
- ¿Han quemado el Bosque, verdad?
Ella asiente en silencio. Y cuando empiezo a creer que sus lágrimas rebosarán sus ojos, sonríe.
- La Tierra se recuperará, incendios hay en todas partes.
- Pero nunca te había pasado a ti.
Su sonrisa se hace más amplia y me abraza más fuerte aún.
- Las semillas volverán a sembrarse, las flores volverán a crecer, los árboles volverán a erguirse. Un incendio es un daño temporal, todo se arreglará dentro de poco.
Sonrío con ella.
- ¿Y tu? ¿Qué te pasa a ti? – pregunta ella.
Suelto un suspiro por lo bajo y vuelvo a mirar al hueco que ha dejado la puerta al abrirse.
- Sigo esperando a que vuelva.

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