martes, 13 de abril de 2010

Cura

- ¿Por qué no para de sangrar? ¿Por qué no te has desmayado ya? – pregunta Javier mirando la herida.
Me encojo de hombros.
- No lo se, parece como si la sangre no saliera de mis venas. Quizás mi corazón está estropeado y ya no late. Quizás mi cuerpo ha encontrado otra fuente de sangre. Quizás ya estoy muerte y tu solo eres un espejismo de mi vida pasada.
Él se acerca y toma mi mano herida.
- ¿Me sientes? No estás muerta. Solo tienes que curarte y podrás volver a salir de aquí.
Sonrío y lo miro fijamente a los ojos.
- No me voy a curar nunca. No quiero.

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