sábado, 16 de mayo de 2009

Una noche única

- ¿Se me permite un abrazo?
Él cogió el libro de su mano y lo dejó sobre la cama. Abrió los brazos y rodeó su cintura. Ella descansó la barbilla sobre su hombro.
- Y ahora, ¿que?
Ella suspiró.
- No lo sé. Es demasiado complicado.
Se retiró un poco y lo besó en la mejilla. Él había cerrado los ojos y respiraba profundamente. Ella apoyó la frente sobre la de él y cerró los ojos también. Estaban muy cerca el uno del otro.
- ¿Qué pasaría si lo intentara?
Ella rió por lo bajo.
- Seguramente te pegaría.
- Pero puedo contigo.
- Lo se.
Tras un largo silencio de duda, sus manos se abrieron a su espalda. Ella salió del círculo de sus brazos y fue hasta la puerta. Él la siguió, con la duda aún en los ojos.
- No lo sé – repitió ella.
Él sonrió y abrió la puerta.
- Ha sido una noche única.
- Ha sido una noche memorablemente extraña.

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- ¿Eso es real? – preguntó ella desde la cama.
- No lo sé. Podría ser una página de un libro, o el sueño de una noche de primavera.


Para el "Arcano I"

4 comentarios:

  1. el mago, todo el mundo se olvida del pobre loco.

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  2. que situacion tan novelesca, verdad?
    cada dia escribes mejor.

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  3. Nadie se olvida del loco. Es un personaje muy importante, y muy dificil de describir concretamente

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