jueves, 5 de marzo de 2009

Nombres

Se quita por fin de encima de mí y se tumba a mi lado. El silencio es tal que se oyen perfectamente nuestras respiraciones. Las estrellas siguen brillando en el techo y por la ventana entra el resplandor de las farolas.
- Creo que aún no te he preguntado tu nombre – susurro.
- No, no lo has hecho.
Espero a que continúe hablando, pero sigue mirando las estrellas.
- ¿Cuál es tu nombre?
Tarda unos segundos en contestar.
- No tengo.
Su respuesta me desconcierta y soy incapaz de contestar al instante.
- ¿No tienes? Todo el mundo tiene un nombre.
- Yo, no.
Vuelvo la cabeza hacia él.
- ¿Por qué?
Él no se mueve, pero su sonrisa se ilumina con la luz de la calle.
- Un nombre es solo una palabra asociada a un objeto, lo que para ti es una cosa, para mi puede ser otra... Y nunca me ha gustado tener nombre, es una limitación de todo lo que uno puede ser.
Asiento suavemente.
- Lo entiendo.
Él vuelve su rostro hacia mí.
- Aunque claro, tú puedes llamarme como quieras, al fin y al cabo, solo soy un producto de tu mente.

Le miro desconcertada, pero vuelvo la mirada al frente y me encojo de hombros. Da igual qué nombre le ponga, da igual cómo quiera llamarlo, da igual la palabra que utilice para referirme a él.

Él tiene razón...

4 comentarios:

  1. interesnte reflexion...que conste que te leo...tu ,me lees?

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  2. hace(s) daño a la gente.
    Lo sabes.

    La cuestión es... que sientes depues?

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  3. (pd. es un comentario general, no es nada personal ;P)

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  4. ME meto donde no me llaman, porque todos somos personas horribles, la diferecna está en que sentimos después (de ahí la pregunta) tienes que curarte, pequeña.
    Y sabes que lo harás, pero... cuánto más va a alargarse el invierno?

    Con sol es más fácil olvidar, y mentirse.


    Tal vez me recuerdes un poco a mí...

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