lunes, 8 de marzo de 2010

El viaje

Unas pisadas en el bosque hacen que nos incorporemos nerviosos. Él coge su equipaje y se acerca. Me da un abrazo y un beso en la mejilla y se dirige a la puerta trasera.
- ¿Te vas?
- Tengo unos asuntos que atender en un reino lejano.
Miro al suelo, sin saber cómo decirlo.
- ¿Volverás?
- Claro que si, me instalaré en una casa de la ciudad y vendré a verte a menudo.
Alzo la mirada y la clavo en sus ojos.
- ¿Volverás?
Él se da la vuelta, abre la puerta y da un paso hacia el exterior.
- No lo sé.

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